Ravenouz: Forjando un Sonido Voraz con «El Azote de Dios»

En un estruendoso resurgir, la escena musical se ve sacudida por la llegada de «El Azote de Dios», el nuevo sencillo de Ravenouz. Este proyecto, cuyo nombre es una metamorfosis de «Ravenous» (voraz), ha labrado su identidad sonora desde las pre-producciones del primer disco en 2020, emergiendo como un referente en la escena norteña gracias a su sonido distintivo y una presencia en vivo imponente.

Compuesto por Orlando Ascanoa (voz y guitarra), Paulo Rodríguez (guitarra), Roberto Torres (bajo) y Jhon Plasencia (batería), Ravenouz desata una tormenta sonora con «El Azote de Dios». Esta pieza musical cuenta la historia de Atila, el rey de los hunos, quien doblegó al Imperio Romano en un momento crítico de su liderazgo militar. La canción refleja ira, sutileza y agresividad, encapsulando un sonido hard rock orientado al metal alternativo.

La producción de «El Azote de Dios» se gestó en Kalavera Studio para las baterías, mientras que el resto fue grabado de forma independiente por Orlando Ascanoa y Roberto Torres. La mezcla, a cargo de Roberto Torres, y la masterización realizada por Orlando Ascanoa y Paulo Rodríguez, subrayan el compromiso con la calidad. Esta composición marca el inicio de una nueva etapa para Ravenouz, donde la melodía y la contundencia prevalecen, dejando atrás la faceta «thrasher» que caracterizaba sus inicios.

Orlando Ascanoa, voz y guitarra de Ravenouz, describe el estreno como un «latigazo acompañado de un intro casi celestial», preparando al oyente para la inminente tormenta musical. Para Ravenouz, esta canción es su obra maestra, cargada de melodías densas y un sonido completamente fresco.

Datos complementarios destacados:

• La canción resalta la importancia de Atila el huno, evidenciando el interés de Orlando por la historia y los personajes históricos.
• Sebastián Palma, vocalista de la banda peruana Blizzard Hunter, fungió como coach vocal de Orlando.
• La mezcla de la canción fue realizada en su totalidad por Roberto Torres.

Con «El Azote de Dios», Ravenouz no solo promete una experiencia musical que despierta emociones, sino que también marca un nuevo capítulo en su trayectoria dentro del mundo del metal alternativo. Una obra que refleja la evolución de la banda y su compromiso con un sonido que deja huella en la escena musical.