El ‘indie’ tal y como se le conoce ha sufrido en las últimas décadas cambios bastante notorios en cómo es que la gente lo percibe. Lo que en su momento se sintió como un nuevo aire dentro de una escena cada vez más eufórica, hoy en día se aprecia como un movimiento que llegó a su techo. Hecho que no limita y mucho menos quita verdad a aquellos artistas que todavía ven en el indie una manera de expresar lo que sienten.
Además, el propio concepto del ‘indie’ es difícil de definir, ya que estamos hablando de propuestas que aunque pueden sonar similares, los recursos que utilizan son diferentes. En este sentido, Oscar Dlc llega a presentar ‘Para Bailar Llorando: La Fiesta De Los Niños Tristes’.
Desde el título e incluso desde la portada, Oscar deja muy en claro las temáticas que tocará en su álbum. Niños tristes que sufren de desamor y que encuentran en las fiestas con sus amigos una manera de poder escapar de aquellas relaciones fallidas. Todo bajo un tono bastante sobrio y melancólico. Como si se tratara del último día de las vacaciones.
“Todas las Calles Que Me Recuerdan un Poco a Ti” abre el material y conforme van avanzando las canciones toma un valor mayúsculo, ya que se trata de una canción que reúne las características más palpables de Oscar Dlc. Indie pop digerible y directo. Una invitación a bailar o a al menos moverte un poco mientras estás con un trago en la mano.
Continúa con “Niña Mala”, donde va explorando otros sonidos, pero que todavía giran alrededor de lo que propone. Cuestionamientos internos que nacen a raíz de una relación fallida o al menos de una que se intentó. Sufrir de desamor también es una muestra de amor y eso nunca dejará de sentirse real.
En “La Niña de Valencia (Deluxe)”, Oscar Dlc vuelve a reinterpretar una de sus primeras canciones y lo hace a través de un instrumental mucho más pulido y enérgico. Una manera de incluirla dentro del álbum que no se siente forzada, pero que tampoco termina de brillar con muchas luces como en los temas anteriores. El entrañable abrazo que te das con aquel mejor amigo que se mudó a otro país.
“Tu Sonrisa de Día” y “Camila” no escapan mucho de lo que se plantea en el álbum y aunque por momentos peca de meloso en exceso, Oscar DLC disfraza muy bien esto a través de ritmos pop y teclados que saben acompañar su voz. No le quitan protagonismo, pero tampoco pasan desapercibidos.
“Tizón” es la primera colaboración del álbum. Mazu se une a Oscar para entregarnos una canción que rememora aquel mítico lugar de Barranco. La saturación de audios incluidos en el tema puede ser considerado excesivo, pero es salvado gracias a la química que muestran ambos autores. Probablemente uno de los coros más interesantes del álbum.
“Igual de Mal Que Ayer” es probablemente la canción más enérgica del álbum y aunque la temática no huye de lo que se venía escuchando hasta el momento, se siente refrescante instrumentalmente hablando. Oscar Dlc no asume mayores exigencias en cuanto a su voz, pero también comprende que no es necesario para poder destacar.
“Y Que Te Vaya Bien” cierra el álbum sin mayores sorpresas. La colaboración de Polinii se percibe y ambos entienden a esta como la última canción. Una despedida que se sabe momentánea, pero al mismo tiempo nostálgica. La última fiesta de los que pronto dejarán de ser los niños tristes.
‘Para Bailar Llorando: La Fiesta de los Niños Tristes’ tiene un muy buen comienzo. Las canciones elegidas se sienten orgánicas y de acuerdo a lo que propone su autor. El título es claro y la portada aún más. No busca pretender ser algo que no es y eso se valora. El impacto de los productores se ve reflejado en las canciones y no tardan en tomarle la mano a la propuesta de Oscar.
Al tratarse de un álbum debut, Oscar Dlc define su estilo y aunque por momentos puede pecar de repetitivo, es a través de estas experiencias que en el futuro probablemente pueda explorar nuevas facetas de él como compositor. Sin pretensiones y solo con las ganas de continuar haciendo canciones para bailar llorando.
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