Hablar de Beto Cuevas es hablar de una de las voces más icónicas del rock latinoamericano. El exvocalista de La Ley, esa banda que en los 90 y 2000 nos hizo cantar, llorar y corear himnos, lleva más de tres décadas reinventándose sin perder su sello: sensibilidad, elegancia y un timbre inconfundible que todavía eriza la piel.
Desde que asumió la voz principal en 1988, Beto se convirtió en el alma de La Ley. Álbumes como Invisible (1995), Uno (2000) y el mítico MTV Unplugged (2001) dieron vida a clásicos como “El Duelo”, “Mentira”, “Aquí” y “Fuera de mí”, canciones que siguen sonando como banda sonora de toda una generación. Con La Ley alcanzó premios Grammy, discos multiplatino y, sobre todo, un lugar imborrable en la memoria del público latino.
Un artista que no se detiene
Cuando decidió lanzarse como solista, muchos se preguntaron si lograría mantener el mismo impacto. Y la respuesta fue un rotundo sí. Con discos como Miedo Escénico (2008) y Transformación (2012) —este último ganador del Latin Grammy—, demostró que su talento iba más allá de La Ley. Su capacidad de reinventarse y darle frescura a cada etapa lo ha convertido en un artista que nunca pasa de moda.
Este 2025, Beto Cuevas presentó su nuevo trabajo “Beto Cuevas Acústico”, un álbum grabado en vivo en el Teatro Teletón de Santiago y producido por el reconocido Humberto Gatica. Allí reinterpreta sus mayores éxitos en formato íntimo, con nuevas texturas sonoras y colaboraciones de lujo como Ely Guerra y Javiera Flores. Un repaso a su carrera, pero con un aire renovado y moderno que conecta tanto con los fans de siempre como con nuevas generaciones.
Perú: una cita doble con la nostalgia y la emoción
El artista chileno-canadiense anunció una fecha doble en nuestro país como parte de su gira Unplugged. El viernes 22 de agosto en Arequipa (Palacio Metropolitano de Bellas Artes “Mario Vargas Llosa”) y el sábado 23 de agosto en Lima (Anfiteatro del Parque de la Exposición), los peruanos podremos disfrutar de un viaje musical cargado de nostalgia, emoción y nuevos matices.
¿Por qué no deberías perdértelo?
Porque Beto Cuevas no solo canta, transmite. Cada acorde de guitarra y cada palabra que sale de su voz recuerdan que la música tiene un poder especial: el de acompañar nuestras historias personales. Verlo en vivo en este formato acústico es como abrir un viejo álbum de fotos, pero con nuevas páginas aún por descubrir.
Así que ya lo sabes: si alguna vez cantaste a todo pulmón “El Duelo” o si estás listo para conocer a un Beto Cuevas más íntimo y cercano, este agosto tienes una cita imperdible.
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