Imagina perder aquello que siempre te acompañó en silencio: un refugio, una presencia que parecía eterna. El vacío se clava y no queda otra que gritar, escribir, o prender fuego a la memoria para que algo nuevo nazca de las cenizas. Ese sentimiento es el punto de partida de Ohmar con H, cantautor peruano que acaba de lanzar su primer álbum “Margo y las pequeñas galaxias”, un viaje entre la nostalgia, la rabia contenida y la búsqueda de una nueva identidad sonora.
Ohmar no es ajeno a las transformaciones: muchos lo conocieron en El Kamikaze, su banda de rock alternativo, otros lo descubrieron en mixtapes acústicos más íntimos o incluso en su paso por Satélite Menor. Pero este disco es diferente: es el cruce de caminos entre su lado folk y su esencia rockera, donde la herida personal —la muerte de su gata Margo, las desilusiones amorosas y más— se convierte en un motor creativo para escribir canciones que no piden permiso, que se lanzan como meteoritos contra el suelo.
En “Margo y las pequeñas galaxias” encontramos ocho canciones que narran el vaivén humano entre perder, renacer y armarse con lo que queda. Desde la visceralidad de temas como “En la oscuridad”, que condensa el desgarro y lo traduce en un himno indie rock, hasta pasajes más contemplativos que parecen abrir galaxias sonoras, el álbum es una carta abierta a cualquiera que se haya sentido desgarrado y con ganas de empezar de cero.
Lo más poderoso de este lanzamiento es cómo Ohmar logra hacer personal lo universal: tomar su historia y transformarla en un mapa de emociones compartidas. En su música conviven la ternura y la euforia, la vulnerabilidad y la resistencia. Su obra es testimonio de que el punk no es sólo distorsión, sino también la capacidad de sobrevivir al dolor y convertirlo en belleza brutal.
Y aquí está el punto clave: la escena peruana se sigue nutriendo de artistas como Ohmar con H, que no temen exponerse ni atravesar territorios incómodos. En un contexto donde lo independiente muchas veces se siente a contracorriente, su disco es recordatorio de que el futuro de la música latinoamericana está en quienes deciden incendiar sus propias sombras para iluminar caminos nuevos.
“Margo y las Pequeñas Galaxias” fue producido por Ohmar Cachay Limache, con la participación de Richard Angeles en la producción de “En la oscuridad”, así como Renzo Galessio y José Becerra en la mezcla y producción adicional de otros de los tracks del álbum. Las grabaciones se realizaron en Desmantelado Estudio y Estudio Betamax. Enzo Pastor (batería) y Alejandro Martínez Ruiz (bajo) acompañaron al artista en vivo. La portada del álbum fue diseñada por Lazoboy. Con el apoyo de Catenaria Discos.
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