El rock peruano tiene un nuevo grito de batalla: “Contraespionaje”. Con este single, Trazar Diamantes sacude la escena con guitarras encendidas, fuzz en primera línea y una vibra que no se deja domesticar. Lejos de lo etéreo y lo suave, la banda apuesta por crudeza y energía pura. Escucha “Contraespionaje” de Trazar Diamantes, aquí.

La canción hunde el diente en un tema incómodo pero real: la manipulación y la dependencia emocional que se disparan cuando la soledad aprieta. El resultado es un sonido cargado de tensión y liberación, con una actitud que recuerda tanto al desenfreno de The Rolling Stones como a la potencia de Queens of the Stone Age.

La grabación se llevó a cabo en Elefante Blanco Estudio y siguió una regla clara: nada de automatizar lo humano. La batería no pasó por cuantización ni ediciones digitales frías, lo que da al tema un pulso orgánico que late como en un concierto. La fuerza visual la completa la portada creada por Héctor Llaullipoma, que encapsula en imágenes el carácter explosivo de la canción.

“En el proceso de grabación no usamos el método de cuantización en la batería, queríamos preservar el ritmo natural de la canción. Esa mezcla de tradición y novedad se siente a cada segundo de “Contraespionaje”

explica Julio C. Hernández, voz y guitarra de la banda.

A Hernández lo acompañan en esta etapa Juan Carlos Portillo en batería, Erick Solano en guitarra y Juan Pablo Del Águila en bajo. Juntos forman un equipo sólido que brilla en el escenario con presentaciones enérgicas y letras que invitan a mirar hacia adentro sin perder la electricidad del rock.

Con “Contraespionaje” en la calle, Trazar Diamantes abre camino a lo que será su primer disco de larga duración, programado para fines de 2025. Mientras llega ese momento, la invitación es clara: escuchar este nuevo single ya disponible en plataformas y dejarse arrastrar por la intensidad de un proyecto que no se cansa de evolucionar.

Sobre Trazar Diamantes:

La historia de Trazar Diamantes comenzó en 2019, tras la disolución de Planeador, agrupación que dejó dos discos de culto —Ciudad Sin Cielo (2003) y Ausente (2013)— marcados por influencias de grunge, shoegaze y noise rock. Después de esa etapa, Julio C. Hernández decidió iniciar un nuevo camino, apostando por un sonido más personal y afilado. Desde entonces, el proyecto ha estrenado cuatro singles celebrados por la crítica (Espacio Tiempo, Páginas en Blanco, Delirio y Actor Secundario), consolidándose como una de las propuestas más sólidas dentro de la escena independiente limeña. Su energía en vivo los ha llevado a compartir escenario con artistas de renombre como Christina Rosenvinge, A Place to Bury Strangers, Altocamet, así como con referentes nacionales como Líbido, Mar de Copas y Autobús.

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